Entre prólogos y epílogos

Este poema es para un amor que fue a primera vista, allá por los seis o siete años, y que a partir de ahí jamás pude dejar. Los libros. La primera gran novela que leí fue una de Julio Verne, todavía tengo el libro. Ya las páginas tienen un tinte amarillento. Tampoco tanto, porque tan viejo no soy.




Entre prólogos y epílogos

Son un mundo, otro mundo, varios
Manjares de palabras
Que alientan el apetito inalienable
De la imaginación
Son letras que van de la A a la Z
En el mejor desorden
Que nos ordena las historias
Es un libro que te puede
Y otro que te puede cambiar la vida
Y uno más que nunca terminaste
Es ese en el que dejaste un poema
Como señalador
Y cuando lo encontraste de nuevo
Las mismas palabras
Tenían otros rumbos
Porque así son los buenos libros
A los diez te tocan
A los quince te aburren
A los veinte te revolucionan
Y a los treinta todavía no sé
Pero que las mismas historias
Son diferentes
Es una verdad

Irrevocable

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