Mis mejores lecturas del 2020
¡Qué año de mierda el 2020! Hay que decirlo. Dejando eso de lado, tengo que decir que me encuentra con un máster en el bolsillo, trabajando y viviendo en España. Primera vez en la vida que supero el año viviendo fuera de Argentina. Y sobreviviendo a una pandemia. Eso sí, cuando para otros la cuarentena (la mía, retratada en mi Madridiario del Coronavirus) significó un aumento escandaloso en la cantidad de libros leídos, para mí fue exactamente lo contrario. Tuve un bloqueo lector que duró meses. Pero bueno, aquí estamos, intentando recuperarlo.
De todas maneras, he leído libros excelentes (que
enlistaré a continuación, paciencia, jóvenes padawan) y cumplido con algunos
objetivos propios relacionados a la lectura. Uno era leer más clásicos. Y metí:
‘Grandes esperanzas’, de Charles Dickens; ‘Los tres mosqueteros’, de Alejandro
Dumas; y ‘Frankestein’, de Mary Shelley. Otro objetivo era leer más autoras. Y
descubrí a Mariana Enríquez, Amelie Nothomb, Willa Cather, Sally Rooney, y la
mencionada Mary Shelley, entre otras. Es más, mi último libro del año es de una
mujer: ‘Código 7700’, de Pauline O’Brayn.
Y, por otra parte, no fue un objetivo pero sí
una grata consecuencia, el leer casi exclusivamente de mi Kindle. En el Black
Friday del año pasado decidí comprarme un Kindle. Una decisión que, con el
diario del lunes, fue mi salvación durante la cuarentena.
Habiendo dicho esto, y teniendo en cuenta que
mis top 5 de mejores lecturas del año (que no son top 5) suelen tener bastante
buena acogida entre ustedes (pueden ver las del año pasado), aquí están, éstas son.
Mis cinco mejores
lecturas de 2020
Las cosas que perdimos en el fuego (Mariana Enríquez, 2016)
Como dice mi reseña, son doce cuentos
maravillosamente perturbadores. Y eso que, para mí, los libros de cuentos
pueden convertirse tranquilamente en un arma de doble filo. Pero mi primer
acercamiento a esta autora argentina, a través de su obra ‘Las cosas que
perdimos en el fuego’, fue un golazo. Y coincidiendo, sin quererlo, con uno de
mis objetivos lectores del año, en la mayoría de estos cuentos las mujeres son
las protagonistas, o bien, ocupan un importante lugar en la trama. Eso sí,
tenés que tener el paladar apto para historias que juegan con el suspenso, el
terror, y lo macabro, porque Enríquez no se queda corta en esa materia. Igual,
háganme caso, vale la pena. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
Ácido sulfúrico (Amelie Nothomb, 2005)
Una novela corta distópica y polémica si las
hay. Una combinación perfecta entre el coraje de esta autora belga para tomar
un tema delicado como lo es el de los campos de concentración y ponerlo como
premisa fundamental de la historia; y el hecho de que el libro también sea una
crítica sin tapujos a la espectacularización de los medios de comunicación y a
la sociedad que los consume. Ya con eso, siendo yo periodista, me conquistó. Y,
créanme, debería ser suficiente para conquistarlos a ustedes también. Es un
libro cortito, pero con un ritmo narrativo y una trama que te dejan
boquiabierto. Después de todo, te preguntaste alguna vez… ¿qué pasaría si se
hiciera, en la actualidad, un reality show televisivo de un campo de
concentración? Esa es la pregunta central que plantea Nothomb, y construye a
partir de este concepto. La respuesta, y la historia, te sorprenderá y te dejará
reflexionando a pleno. Es un libro para leer en una sentada y pensarlo durante
días, semanas, años. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón, 2001)
Un libro que es una oda a los libros y a la
lectura. ¿Qué más se puede pedir? Ya con eso debería serte de excusa suficiente
para que lo vayas a comprar y a leer, si todavía no lo hiciste. Date ese
gustito, que en casa te lo van a agradecer. Además, el marco espacial de la
narración es la ciudad de Barcelona. O sea, estamos hablando de una novela que,
de entrada, ya es un enorme ‘sí’. Y no me hagan empezar a hablar del famoso
Cementerio de los Libros Olvidados, un lugar en el que a todos los lectores nos
gustaría perdernos. Es este cementerio, que no es más ni menos que una
biblioteca secreta escondida en las callejuelas de Barcelona, el que da el
nombre a la saga y ‘La sombra del viento’ es su primera entrega (tiene otras
tres partes… y yo les tengo unas ganas que ni les cuento). En fin, es uno de
esos libros que no querés que se termine nunca. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
Los tres mosqueteros (Alejandro
Dumas, 1844)
Mi incursión en los clásicos de la literatura
universal en este 2020 tuvo buenos descubrimientos y otros que no tanto. Pero
uno que me fascinó, que decididamente me encantó, fue éste. ¿Quién no habrá
escuchado hablar alguna vez de los reconocidos tres espadachines franceses,
Athos, Porthos, y Aramis? ¿Y del joven e intrépido D’Artagnan? Yo sí, pero
jamás había leído la novela. Debo decirles que vale mucho la pena y que no se
dejen amedrentar por su extensión. Como ya dije en alguna otra oportunidad en
este blog, nunca va a dejar de sorprenderme cómo una obra literaria escrita
hace más de un siglo y medio puede seguir siendo tan copada. Eso, realmente, es
lo que marca la diferencia. Bah, es lo que los hace clásicos, obvio. Pero hay
clásicos y clásicos. Y ‘Los tres mosqueteros’ de Dumas es uno de los clásicos
que se dicen asintiendo y sonriendo. Y con razón. A mí, dámelos siempre a
Athos, Porthos, Aramis, y D’Artagnan, los quiero en mi equipo. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
¡Extra, extra!: Muckrakers, orígenes del periodismo de denuncia (Vicente Campos González, 2015)
Este último libro del top 5 que no es top 5
está, claramente, influenciado por mi formación periodística. Pero bueno, es mi
blog. Fue, simplemente, un hallazgo. Hace unos años lo encontré de oferta, casi
abandonado, en uno de los estantes de la Feria del Libro de Pilar, provincia de
Buenos Aires. Prácticamente, me estaba mirando y pidiendo a gritos que lo
comprara. ¡Y menos mal que lo hice! Se trata de una excelsa recopilación,
realizada por Vicente Campos, de artículos periodísticos originales de lo que
fueron los orígenes del periodismo de denuncia (los muckrakers) en Estados
Unidos. Curiosamente, muchos de estos textos, escritos todos entre finales de
siglo XIX y principios de siglo XX, no carecen de actualidad. Me refiero a
temas como la discriminación, el trabajo infantil, el fraude en la salud
pública, la corrupción en la política, el periodismo sensacionalista, etcétera.
Y Vicente Campos lo estructura todo de una manera que le da contexto y dinámica
a la lectura. Sin dudas, un libro que debería ser de lectura obligatoria en la carrera
periodística. Así que, si tenés un amigo o amiga periodista, ya sabés. Guiño,
guiño. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
De yapa
Aullando en los bosques (Reidar Müller, 2019)
Son 300 y pico de páginas hablando de buscar
lobos en los bosques escandinavos. Seguro estarás pensando… ¡WTF! Pero sí,
básicamente es eso. Y está genial. Porque, además, toca otros temas muy copados
que, si sos como yo, en tu vida te hubieses sentado a leer y que, no obstante,
son interesantísimos. Por ejemplo: ¿Cómo evolucionan y cómo se reproducen los
árboles en el bosque? ¿O cómo se encuentran lobos en la naturaleza salvaje? ‘Aullando
en los bosques’ es una aventura. Una aventura real, de no ficción, en la que el
autor, muy hábilmente, te hace sentir parte. En mi caso, llegó a mis manos
porque me lo regalaron cuando fui a la Radio Nacional de España. A decir
verdad, no le tenía mucha fe, pero acabó siendo una agradable salida de mi zona
de confort. Pulgares para arriba. Leé mi análisis completo haciendo click acá.
Descubrimiento
Soliloquios de loco (Diego
Mattarucco, 2017)
Si les gusta el mágico y maravilloso mundo de
la poesía, les dejo una recomendación que les va a volar la cabeza. ‘Soliloquios
de loco’, de Diego Mattarucco. Un autor que descubrí de casualidad en un bizarro
festival de poetas versus raperos en la Cafebrería, en Pozuelo de Alarcón, un
excelente lugar que desafortunadamente cerró sus puertas debido a la pandemia,
la cuarentena, y la mar en coche. Hice varios hallazgos en esa librería y uno
de ellos fue la obra de este hombre (que me llamó la atención también porque es muy parecido a Rick Grimes de The Walking Dead). El nivel que tiene para rimar y jugar con
las palabras es superlativo. Y, como si eso no fuera suficiente, no es solo
genial en el papel, también es excelente recitando en vivo. Hasta me firmó mi
ejemplar: ‘Aspiro, espiro, y espero, que esta ebria y sobria obra, algo nuevo
abra’. En fin, un crack. Lo pueden encontrar en diegomattarucco.com y seguirlo
en su cuenta de Instagram @cosas.que.me.digo
Eso es todo. ¿Y cuáles fueron tus mejores
lecturas del 2020? ¡Contame en los comentarios!
Un poco de todo: volví a leer a Borges, Poe, Bierce y otros gracias a cursos dictados por Zoom; y avancé con un libro sobre videojuegos y con otro de crónicas de Dickens en Londres. Pero acumulo más de lo que leo jajaja. Vamos a ver este año, especialmente este enero que tengo libre... ¡Gran blog, como siempre! ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarGracias, camarada!! Animate a leer a Dumas, que me está encantando. ¡Abrazo!
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