Sobre la compleja levedad y pesadez del ser
Hace años
que quería leer esta novela (o algo de Milan Kundera) pero siempre, al momento
de la decisión de compra, no sé por qué este autor bajaba en mi ranking de
consideración. No fue hasta que uno de los oyentes de mi podcast, que me lo
recomendó, que lo adquirí y creo que llegó en el momento indicado. Porque,
quizás, de más joven no hubiera alcanzado a entenderlo por completo. ¿Lo
entendí por completo ahora? No lo sé, pero eso es la maravilla de los libros,
cuando los releés de más grande, pueden cambiarte la perspectiva de las cosas.
‘La
insoportable levedad del ser’ es una novela ambientada en lo que se llama la
‘Primavera de Praga’, en 1968, cuando los soviéticos invadieron Checoslovaquia.
Trata sobre la vida de dos hombres, Tomas y Franz, y de dos mujeres, Tereza y
Sabina, y las aventuras/desventuras amorosas entre los cuatro. Principalmente,
el triángulo Tereza, Tomas, Sabina. Y sí, esa puede ser la primera capa de
análisis: una historia de amor. Sin embargo, Kundera va más allá y utiliza esa
plataforma simple como trampolín para catapultarse a temáticas aún más
complejas. Se plantean diversidad de dudas existenciales y sus correspondientes
reflexiones, temas como: política, religión, sociedad, guerra, paz, vida,
muerte, sexo, amor, odio, celos, infidelidad, etcétera. De más está decir, que
la novela maneja un bagaje filosófico y hasta psicológico muy amplio.
El ser: Levedad vs. Pesadez
¿Pero qué
es la levedad del ser? Sin ánimos de ir a los detalles del concepto, porque
para eso vayan a leer el libro, podemos decir que la levedad del ser es
solamente una parte de la ecuación. Como contraposición está lo que podemos
llamar ‘pesadez del ser’, que son las responsabilidades, las preocupaciones,
las obligaciones, capaz todo eso que la sociedad nos impone a nosotros como
individuos. Franz y Tereza son moradores de ese lado de la ecuación. Ergo, por
oposición, la levedad del ser es lo contrario a esto. En este otro extremo
están Tomas y Sabina.
Igualmente,
no es tan simple. Porque esta levedad puede tener una connotación negativa o
positiva. La primera es que las acciones en la vida de un individuo no importan
porque, en su pequeñez, no afectan el curso de la historia (contemplado desde
el concepto del ‘eterno retorno’, explicado al principio de la novela). La
parte positiva es que si de verdad no importa lo que uno haga… ¿para qué
preocuparse? Sin preocuparse es como hay que vivir, ya lo decían Timón y Pumba
¿no? Hakuna Matata.
Más allá
del chiste, y amparándonos en la teoría del eterno retorno*, la levedad del ser
va por el lado de vivir la vida de la mejor manera posible, cosa de que, si
tuvieras que pasar de nuevo por lo mismo, no cambiarías nada.
Lo
interesante es que cada uno de los personajes está en un extremo de la ecuación
y lo que plantea la novela es que lo ideal es posicionarse en el centro, lograr
ese equilibrio entre la insoportable levedad y la pesadez. Esa es, a grandes
rasgos, una explicación.
Concentración máxima
A mi
parecer, es una novela fascinante tanto en lo filosófico, psicológico e
histórico. Más en la primera mitad. Después se hace un poco denso y,
sinceramente, hay algunos capítulos que tranquilamente se podrían sacar y no
cambiarían para nada el desarrollo de la historia. Más adelante remonta y
vuelve a recuperar esa grandeza del principio hacia el final. Lo que sí noté,
algo que me pasó leyendo también a Dostoievski (en ‘Crimen y Castigo’ y ‘Los hermanos Karamazov’), es que no es un libro que podés leer si tenés la cabeza
en otro lado. Es menester estar concentrado al cien por ciento en la lectura.
De otro modo, corrés el riesgo de no entender nada, perderte, y abandonarlo. Lo
que sería un pecado capital.
Si tuviera
que criticarle algo por la negativa, diría que Kundera fue muy ambicioso en
cuanto a los temas filosóficos que puso sobre la mesa. Son demasiados. E
incluso a veces parece enredarse con las explicaciones y el elevado lenguaje
que utiliza. No obstante, lo compensa con un claro talento a la hora de
escribir y entrelazar todos estos temas en una novela de amor (porque jamás
deja de ser eso). Al final, aun considerando lo negativo, me pareció una novela
muy buena y sumamente recomendable.
Una frase: “Nunca podemos saber lo que queremos, porque,
viviendo solo una vida, no podemos ni compararla con nuestras vidas anteriores
ni perfeccionarla con nuestras próximas vidas”.
Mi calificación para el libro: 4 estrellitas. Muy bueno.
*Para saber
más sobre el concepto del eterno retorno lean la novela, vayan a Wikipedia (o a
su sitio web informativo de confianza), o consulte a su filósofo amigo. Lo que
sí les puedo decir al respecto es que es un concepto con el que ha jugado mucho
Borges, por ejemplo. O Michael Ende en ‘La historia interminable’, o Stephen
King en su saga de ‘La torre oscura’. O incluso hay una película protagonizada
por Rachel McAdams (mujer que amo) en la que también, a mi parecer, se pone en
juego esta idea. Si no la vieron, se las recomiendo: ‘Cuestión de tiempo’ (en
inglés, About Time).
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