La “Rabia” de Stephen King, el libro ‘prohibido’

El mismo Stephen King discontinuó su publicación por una serie de tiroteos en escuelas de Estados Unidos (previos a la masacre de Columbine) cuyos perpetradores confesaron haber imitado o habían leído “Rabia”. Se imaginarán de lo que trata el libro. Pero más allá de que se le pueda achacar la culpa de inspirar este tipo de violencia, como el debate actual de los videojuegos, se trata de una novela pasable, bien llevada, y con un giro inesperado que le da un poco más de nivel. Además, el hecho de que haya sido una de las primeras novelas de Stephen King (la empezó a escribir en 1966 estando en la secundaria) y que ahora no sea fácil de conseguir, es un plus extra bastante grande.

A grandes rasgos, la historia tiene que ver con un joven, Charlie Decker, que tiene problemas con sus padres, que sufre bullying en el colegio, y que cierto día decide matar a un par de profesores y tomar de rehén a toda su clase. Toda la historia transcurre adentro del salón, con varios flashbacks, en donde se logra apreciar cómo se fue gestando la locura y por qué Decker se comporta de la manera en que lo hace. 

Es un drama psicológico bien logrado que intenta generar cierta empatía con el malvado protagonista (como lo hacen las series ‘Breaking Bad’ o ‘Dexter’), e incluso varios personajes lo hacen congraciándose con él a modo Síndrome de Estocolmo; no obstante, para mí, me provocó rabia en contra del personaje principal y la situación que se genera, algo parecido a lo que me pasó viendo la película ‘Día de entrenamiento’, en la que Denzel Washington actúa tan bien que te hace odiarlo. Generar ese sentimiento adrede no es fácil y creo que eso es a lo que apuntaba don King.

Por otra parte, si bien no conseguí leerlo en el idioma original por lo que no puedo criticar enteramente al autor (más bien al traductor Hernán Sabaté, de una obra en inglés, traducida al  español e impresa en Italia, lo cual me resulta muy divertido), me animo a decir que se nota que es uno de los primeros libros de Stephen King. El reconocido Maestro del Terror ha ido, sin ninguna duda, perfeccionando su arte con el correr de los años. ‘Rabia’ es una novela iniciada en la secundaria y finalizada cuatro años después cuando la encontró guardada en una caja con más borradores de historias. La primera novela publicada por King fue ‘Carrie’ (también censurada en las escuelas estadounidenses) en 1974. ‘Rabia’ llegó a las librerías en 1977, bajo el seudónimo de Richard Bachman. 

A partir de ahí, el libro comenzó a verse relacionado con tiroteos en escuelas previas a la históricamente infame Masacre de Columbine (aunque en esa la culpa recayó sobre el juego ‘Doom’). En 1988, Jeffrey Lyne Cox mantuvo de rehén a su clase, inspirado en la novela de King; en 1989, Dustin Pierce hizo lo mismo; Barry Loukaitis, en 1996, mató a tres personas y también tomó de rehén a su clase, para luego declarar en el juicio que lo hizo inspirándose en el libro. La gota que colmó el vaso y que llevó a King a discontinuar su publicación fue en 1997, cuando Michael Carneal mató a tres personas en su escuela; en su locker encontraron un ejemplar de ‘Rabia’. Y en 1999, Columbine. 

Volviendo a la historia en sí, y para concluir, puedo decir que es una buena historia y no mucho más. Obviamente, la temática es sensible para esta sociedad en la que vivimos, aunque en la actualidad creo que, si es verdad que los videojuegos verdaderamente pueden incentivar la violencia (yo he jugado siempre al GTA y nunca salí a matar a nadie por la calle, por ejemplo), ya serían impulsos mucho más efectivos que un simple libro de 200 páginas. Así y todo, ‘Rabia’ no hace tanto énfasis en el tiroteo en sí mismo sino en la situación que se da después, en las distintas reacciones de los alumnos, del protagonista. Ahí está su riqueza, ahí está el entretenimiento (sin llegar al morbo de Crónica TV), que supera el cúmulo de malas palabras y referencias sexuales adolescentes que abundan en la obra y que para algunos la desprestigian.

Mi calificación para el libro: 3 estrellas. Una buena historia. No es uau. Es más el mito que se creó a su alrededor que lo que es en sí misma.