Argentina, estamos en la final del mundo… ¡Otra vez!
Hay algo que tienen los mundiales, además del fútbol, que es hermoso. Yo pensaba, en mi ignorancia, que en otros países se vivía un mundial como en Argentina, que era algo común esto de quedarse viendo un Senegal contra Camerún con el mismo interés de un Francia vs Inglaterra. Que era lo normal el querer ver, aunque luego nos lo impidieran las obligaciones porque la vida sigue, todos los partidos de la fase de grupos. El que las clases en el colegio empezaran más tarde porque juega la selección, o que pusieran una pantalla grande en el gimnasio para poder verlo sin que te pusieran la falta. Que en la universidad estaba sobreentendido que a una clase en horario de un partido de Argentina no iba a ir prácticamente nadie. Y que en el trabajo… bueno, ahora con el teletrabajo ya no sé. Sin embargo, todo esto en otro lado no pasa. En España, al menos, no se para el país. Ya me dirán si eso es bueno o malo, pero se extraña. Y otra de las cosas que tienen de bueno los mundiales, la cantidad de