Pasen y conozcan 'El Rincón de las Tormentas'
Son este tipo de libros, a los que se llega sin
recomendación alguna y se empiezan con una incertidumbre gigante, los que, cada
tanto, vale la pena disponerse a descubrir. Con ‘El Rincón de las Tormentas’ me
pasó. Hasta desconfié de entrada cuando se me presentaron como personajes
principales dos hermanos llamados Caín y Abel, porque claro, todos, supongo,
conocemos el relato bíblico de estos dos señores. Y, con esos nombres, es muy
fácil caer en lo predecible. No obstante, García Muñoz logra darle un giro
interesante al tema y, cuando te querés dar cuenta, estás atrapado en la
lectura.
Por un lado, Caín, uno de los dos
protagonistas, que tiene el poder de curar a la gente tan solo tocándola con la
mano. Pero a qué costo. Y del otro lado, Abel, que con la misma facilidad puede
matar gente. Uno es más extrovertido, valiente, corajudo, medio forro; el otro
es más tímido, cobarde, nerd. Una dicotomía estereotípica, puede ser. Pero el
autor la hace funcionar muy bien. Sobre todo, en lo que es la construcción y el
desarrollo de los personajes.
Ya desde la estructura de los capítulos, se van
intercalando, en primera persona, las historias de ambos. Y así se va construyendo
el misterio que circunvala a ambos hermanos, a su familia, a sus particulares
poderes, y a la compleja relación que se gesta entre ellos. Mientras tanto, con
el correr de las páginas, el autor va añadiendo elementos a cuentagotas a una
historia que, en su sobrenaturalidad, se mantiene siempre bastante realista.
Otra cosa que encontré positiva, aunque más un
dato de color que otra cosa, son las conexiones que hace con cuestiones de
actualidad. Por ejemplo, se ve que el autor no es muy fanático de Justin
Bieber. Qué sé yo, son detalles que, en una historia que puede tornarse tan
oscura, relajan un poco la tensión.
Lo que sí me dejó con sabor a poco, a forzado,
fue el final. Si bien el giro argumental estuvo bien, me dio la sensación de
que fue todo muy rápido y que podría haberse resuelto de otra forma acorde al
nivel del resto de la novela. No diría que fue por lo predecible, porque para
mí no lo fue (aunque sí me dejó pensando que la cosa había estado ahí,
escondida a plena vista), pero sí que me dejó esperando más. Algo que, dentro
de lo malo, creo que siempre es lo mejor.
En fin, un thriller psicológico interesante,
con un tratamiento dinámico tanto de la trama misteriosa/policial, como de los
personajes, cada uno con un mambo distinto. Una relación fraterna de amor y
odio que queda perfectamente reflejada y que hace al motor de esta historia.
Muy buena novela. Definitivamente, será un autor que tendré en cuenta en el
futuro.
Una frase: “Soy adicto a la muerte de los
demás y no hay ningún grupo de Asesinos Anónimos que pueda ayudarme”.
Mi calificación para
el libro: 4
estrellas. Muy bueno.
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