'Fiesta en la madriguera' de un narcotraficante mexicano

Lo más original y, a la vez, en mi opinión, la perdición de la novela 'Fiesta en la madriguera', de Juan Pablo Villalobos, es que el autor se posiciona en la voz narradora de un niño de siete años. Porque, verán, la premisa de relatar cómo es la vida de un capo narcotraficante mexicano desde la perspectiva de su pequeño hijo de siete años es, a priori, encantadora. Y eso. No es más que eso.

 

Realmente, no es mi intención quitarle originalidad al asunto. Porque la idea es verdaderamente genial. El relato de un pibe, que vive en una mansión, rodeado de matones, narcotraficantes, prostitutas, sirvientes, políticos corruptos, y al que le cumplen todos sus caprichos. Un pibe que, habiendo crecido en medio de ese mundo, cree que los malos son los buenos y quienes persiguen a su familia no son más que evidencia de la injusticia que reina en la sociedad.

 

Es en la ejecución de esa maravillosa idea en donde, a mí, me perdió. Porque el comienzo es, cuanto menos, confuso. Y después, cuando uno comprende y logra adaptarse a la idea de que el narrador es como si fuera un niño de siete años, ese estado de sorpresa dura poco. Enseguida se me tornó repetitivo y me dio la sensación de que la historia no iba a ningún lado.

 

En fin, creo que no se me hizo denso y largo, simplemente, porque apenas supera las 100 páginas. Sí, curiosamente, aprendí bastante sobre la diversidad de tipos de sombreros que existen en el mundo. Básicamente, un divague original. Claramente, no es un libro para mí.

 

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Una frase: “Los cultos saben muchas cosas de los libros, pero de la vida no saben nada”.

 

Mi calificación para el libro: 2 estrellas. Regular.