El quilombo de aprender la hora en catalán
Hay una
escena en Rocky III en la que Apollo Creed lo lleva a practicar natación al
Semental Italiano y le dice que así va a descubrir músculos que no sabía que
tenía. Algo por el estilo. Con esa misma sensación me quedé después de aprender
la hora en catalán. ¿Creías que en todo el mundo la hora se piensa igual? Pues
no. Si seguís leyendo, hasta capaz aprendés algo nuevo.
Sí, estudio
catalán. ¿Por qué? Porque hace algunos años fui a Catalunya y me gustó cómo
sonaba (curioso, a muchos españoles les gusta cómo suena el castellano argento).
Y como tengo amistades que lo hablan, y ya domino el inglés, dije ya fue, a
estudiarlo. Hasta ya me sirvió para el laburo una vez (hace poco) que cayó un
médico catalán a la oficina. Con mi rudimentario catalán nivel intermedio logré
sorprenderlo, el hombre no sabía que en Argentina, en Pilar, provincia de
Buenos Aires, se iba a encontrar con alguien que estudiara su idioma.
Con
respecto a la hora, vamos a hablar de la forma tradicional, la que se estudia
en las escuelas y la que los catalanes que todavía piensan en pesetas siguen
manteniendo. La hora la piensan en cuartos. Y me dirán ustedes “sí, como en
castellano”. Pero no. En cuartos. Solo en cuartos. No existe ese facilismo de
decir “y media”, ni siquiera “menos cuarto”. No, señores, son uno, dos o tres
cuartos. Y perá, porque continúa complicándose. Se piensa siempre para
adelante. Por tanto, por ejemplo, las cuatro y media de la tarde, en catalán
es: dos quarts de cinc (algo así como pensar que ya pasaron dos cuartos para
llegar a las cinco). Un lío.
La primera
reacción ante esto es de total desconcierto. Claro, es como si te dijeran que
el color que vos pensaste toda tu vida que era verde, en otra parte del mundo a
ese mismo color le dicen, no sé, naranja. Y vos quedás ahí recalculando, con tu
cerebro pidiendo bujías Hescher para arrancar. Entonces las tres y cuarto son “un
quart de quatre”; y media ya lo explicamos; y, por ejemplo, las seis menos
cuarto son “tres quarts de sis”. ¿Entienden? Un sistema distinto, pensado todo
en cuartos. Mind blown.
Y ni les
digo si les toca un 11.25hs. Si ya antes el cerebro estaba saltando por la
borda, imagínense algo así como “pasaron dos cuartos menos cinco minutos para
llegar a las doce” (que en catalán es “dos quarts menys cinc de dotze”). Y así.
Ahora le veo la lógica y hasta me parece entretenido. En el momento, un sábado
a la mañana, en las clases de la profesora Joana en el Casal de Catalunya de
Buenos Aires, fue psicológicamente ‘descuajeringante’.
Ahora ya
sabés, el sistema horario catalán es un supremo desafío para ejercitar la
mente. Por lo que estuve viendo, raudamente, esa forma de pensarlo tiene que
ver con los relojes de sol, o con las campanadas de las iglesias. No obstante,
no desesperéis. También se puede decir como se lee y recontra vale. Con
números, y cuarto, menos cuarto, y media (todo en catalán, obviamente), algo más
similar a nuestra común usanza. Algo que, como estoy haciendo en este mismo
instante, la profesora nos lo dijo al final de la clase, como para descomprimir
nuestros sobrecalentados cerebros.
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