Poe con pe de pionero



Este es uno de esos libros que encontré a un buen precio en algún momento de mi vida, lo leí y el año pasado releí de nuevo para el podcast en el que doy mis reseñas literarias. Por si no lo conocen todavía, se llama ‘De Fútbol y Libros’ y está muy piola. Empero, para aquellos perezosos a la hora de escuchar y despiertos a la de leer, les traigo mi comentario literario bloguero sobre esta arbitraria compilación de relatos cortos y cuentos de don Edgar Allan Poe. La mayoría de ellos ya los había leído incluso antes de agarrar este libro por vez primera, porque se ve que Poe es popular entre los profesores de inglés.


Más allá de que está buenísimo interiorizarse en la vida de Poe, que fue un pionero en cuanto a la creación de un par de géneros literarios e influenció a Cortázar, Borges, Connan Doyle y una larga lista de etcéteras (como Dostoievski, Kafka, Lovecraft, Verne y H.G. Wells), voy a limitarme a comentar sobre las historias que me vinieron en esta selección. Si quieren la versión más detallada, tendrán que ir al episodio 20 del podcast, denominado ‘Leyendas extraordinarias’.

Porque sí, este libro se intitula ‘Narraciones extraordinarias’ y contiene las siguientes historias, en orden: Los crímenes de la calle Morgue; El misterio de Marie Roget; Un descenso al Maelström; El corazón delator; El tonel de amontillado.

Sin dudas, creo que pondría en un primer nivel a ‘Los crímenes de la calle Morgue’ y ‘Un descenso al Maelström’. ¿Por qué? Porque ambas historias fueron pioneras de sus géneros. De hecho, Auguste Dupin es el primer protagonista detective (incluso antes de que se acuñara este término) y fue el que impuso las características que después fueron inmortalizadas, por ejemplo, por el gran Sherlock Holmes. Esto es, un detective brillante con un amigo personal que hace las veces de narrador y un razonamiento agudo al final para resolver el caso. Sí, ‘Los crímenes de la calle Morgue’, escrita en 1841, es la primera historia policial, ergo, precursora del género.

Por su parte, ‘Un descenso al Maelström’ es considerada como una de las primeras obras en una etapa temprana de la ciencia ficción. Sobre todo, porque narra una aventura extraordinaria, pero sin llegar nunca a lo mágico o fantástico. Tiene una explicación lógica y verosímil para lo que sucede.

Después situaría a ‘El tonel de amontillado’ (un cuento que amé desde que lo leí hace eternidades en alguna clase de inglés) y a ‘El corazón delator’. Y, por último, a ‘El misterio de Marie Roget’. Sinceramente, me pareció que Poe es mucho más certero y eficaz con las historias cortas, y con las más largas, como ésta última, se hace más denso. Es más, también es pionero de eso, de los relatos cortos.

Para ir cerrando, creo que vale destacar a don Poe por lo innovador de sus historias y lo que significó para la literatura mundial. Es un autor recomendable para leer y tener en cuenta al momento de saber cómo surgieron dos grandes géneros literarios. De verdad, vale la pena. Y eso que no nombré otro del que también fue exponente: el terror.

Una frase: “La historia del conocimiento humano nos muestra ininterrumpidamente que la mayoría de los descubrimientos más valiosos se los debemos a acontecimientos colaterales, fortuitos o accidentales”.

Mi calificación para el libro: 4 estrellitas. Muy bueno. Es muy difícil calificar un libro de cuentos porque siempre hay alguno que no es tan bueno como los otros y por eso no le puedo dar la máxima calificación.

*Sepan disculpar, la imagen es meramente ilustrativa. Porque en el medio me mudé de país y mi edición está a diez mil kilómetros de distancia.

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