Las 5 cosas que tenés que saber para empezar a redactar contenidos
Hace algunas semanas que vengo con la idea de
agregarle una nueva faceta al blog. Porque lo maravilloso de que a uno le guste
escribir es que, con esfuerzo y constancia, hasta se puede ganar algo de plata
con eso. Y no hace falta ser un best-seller ni nada por el estilo (aunque sigue siendo
mi sueño). Así, les doy la bienvenida al misterioso mundo del content writing, el nombre fachero y
All-American de la redacción de contenidos. Digamos que las cualidades inherentes
son una buena ortografía, creatividad y buena voluntad. ¿Pero qué cinco cosas
necesitás saber para empezar? Acá te las respondo, así que si seguís leyendo, te vas a enterar.
1. Versatilidad
Básicamente, es casi como decía Darwin, la
‘supervivencia del más apto’. Solo que acá no estamos hablando de las especies
sino de ser lo suficientemente versátil como para adaptar contenido (lo que
contamos) y el tono (cómo lo contamos) al perfil y requerimientos de nuestro
cliente. Acá es donde les digo que no hay que achicarse ni hacerle asco a nada.
Un buen redactor de contenidos debe estar listo para ir a la guerra, meterse en
la trinchera de cualquier tema, y salir vivo para contarlo. Y contarlo bien. Es
decir, con buena ortografía, gramática, y creatividad. Para ello, es
indispensable seguir con lo que dice nuestro punto 2.
2. Investigación
¿Cómo se está listo para entrar a la trinchera
de cualquier tema y salir vivo para contarlo bien? Investigando sobre el tema
en cuestión. No hay otra. No hay un camino fácil o más corto, es sencillamente
sentarse a leer sobre el tema, a especialistas, estadísticas, cifras, sitios
especializados. Y, por supuesto, la información que te pasa el cliente. En
definitiva, es poner en marcha un poco del viejo y confiable periodismo. Porque
a la gente le gusta ver números, experiencias en primera persona, sentir y
saber lo máximo posible. Y en poco tiempo, porque internet.
Por ejemplo, les voy a contar una anécdota de
mi experiencia periodística que puede aplicar tranquilamente al content writing. Hace un par de años
escribí una nota para la sección Internacionales de Diario Perfil sobre la
crisis de la escasez del agua en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Fueron horas y
horas de leer sobre el tema, de buscar fuentes especializadas (como Daniel
Silke) y, con algo de suerte, de conseguir un testimonio en primera persona.
Después la historia se contó sola prácticamente. ¡Y todo lo que quedó afuera!
Si algo me enseñó el periodismo y la práctica es que siempre hay recursos y herramientas para bancar la parada cuando la inspiración no se digna en aparecer.
3. El deadline
Hablamos de versatilidad, de investigación, y
ahora nos toca mencionar brevemente algo que parece obvio pero que es clave.
Cumplir con la fecha límite, con el deadline
(sí, otra palabra fachera y All-American). Tan simple como eso. Si el
cliente quiere algo para una fecha, salvo que sea humanamente imposible, se
hace todo lo que está en nuestro poder para cumplir con ese plazo. Y ustedes se
preguntarán: ‘¿Pero cómo hacés para escribir cuando no tenés ganas o cuando no
estás inspirado?’. Si algo me enseñó el periodismo y la práctica es que siempre
hay recursos y herramientas para bancar la parada cuando la inspiración no se
digna en aparecer. Quizás más adelante les comparta algunos. En fin, los
deadlines están para ser respetados, eso como lema de vida.
4. Comunicación
No creo a rajatabla eso de que ‘el cliente
siempre tiene la razón’. Sin embargo, en nuestro caso es menester consultar
siempre por dónde quiere ir o enfocar cada tema, si tiene información que nos
pueda ser útil, si podemos usar o no otras páginas como fuentes de datos (acá
te suelen aclarar cuáles no, por cuestiones de competencia o lo que fuera), si
quiere que algo vaya sí o sí en el texto, a qué tipo de consumidores/lectores
apuntan como empresa, etc. La comunicación es indispensable y tiene que fluir.
Y, sobre todo, si el cliente pide que se modifique el texto en una cosa u otra,
se hace. Es fundamental no enamorarse de lo que escribimos.
5. La técnica SEO
Sí, SEO. Esas tres letras que se empiezan a ver
por todos lados cuando entrás al mundo de la redacción de contenidos y no tenés
ni puta idea de qué es. Mi consejo, empezá a interiorizarte en ello. No creo
que sea elemental, yo soy de los que piensan que un buen texto, llamativo, bien
escrito e interesante, va a atraer indefectiblemente más lectores a un sitio
web. Me pasa con los reportajes de mi blog, por ejemplo. Pero no hace mal
aprender qué mueve los motores de Google, para saber qué nervio tocar. Porque,
en definitiva, SEO es eso, Search Engine Optimization. Y sirve para posicionar
tu contenido en los motores de búsqueda de internet; principalmente Google. Quizás,
en algún otro post, profundicemos sobre esto.
Así, de entrada, les recomendaría empezar por
los títulos: que sean cortitos y al pie, que el lector sepa enseguida con qué
se va a encontrar, que tengan palabras clave y, en lo posible, algún número. Ya
les dije que a la gente les encanta ver números. Como éste, por ejemplo: ‘Las
cinco cosas que tenés que saber para empezar a redactar contenidos’. Es
solo una línea, con un número, ya sabés de una con qué te vas a encontrar, y
como palabras clave, ‘redactar’ y ‘contenidos’.
Hasta acá llegamos por ahora. ¿Te gusta esta
nueva sección más instructiva del blog? ¿Tenés alguna pregunta sobre la
redacción de contenidos? ¿Escuchás por todos lados sobre esta movida del content writing y no sabés bien qué
carajo es? Comentame tus consultas, que yo tomo nota.
Muy bueno que hayas sumado esta sección, es muy util.
ResponderEliminarPara una próxima entrega me gustaría que cuentes como te mantenes activo con la redacción efectiva,a lo que me refiero es como haces para que fluya y no sea un dolor de cabeza.
Hace unos años a mi me encantaba escribir, de hecho me salía de un tirón y según percepciones de otros y mía también, escribía muy bien.Hoy por hoy eso ya no es así, "perdí la mano," y aún no se como volver al ritmo, tal vez la clave sea leer más no se, dime tú. SALUDOS y muchos Exitos
¡Hola! Muchas gracias por tu comentario y por leerme, de verdad. La respuesta corta es siempre estar leyendo algo, por supuesto. Y escribir, lo que sea (un diario personal, un blog, poesía, etc), aunque sea forzado y solo sea para vos. No sé, dedicarle quince minutos al día a escribir sobre lo que se te cante. Todo para ir adquiriendo ese ritmo. Después ya sale y la cosa mejora. La respuesta larga, bueno, me la anoto para algún próximo post!
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