Fuerte y claro Fontanarrosa en ‘No sé si he sido claro’



Cuando en este blog hice mi comentario de la novela ‘La Gansada’ afirmé que Fontanarrosa vive en sus cuentos pero tiene su casa de verano en la quinta homónima. Y con la recopilación de cuentos intitulada ‘No sé si he sido claro’ está más claro que nunca que es así. Si bien un libro de cuentos, por cuestiones lógicas, no es tan lineal como una novela (en el sentido de que tiene mejores cuentos que otros), el rosarino era un maestro cuentista y así lo evidencia en su obra.


Dejando de lado un rato el humor que es protagonista de sus relatos, en lo que a cuentos se refiere su marca registrada también es la sorpresa. Vueltas de tuerca que a la primera de cambio nada tienen que ver y que luego van tomando sentido, finales rotundamente inesperados, giros que solo su mente y pluma han podido plasmar. Si a esa ecuación se le agrega su condimento de humor, es garantía de muchas risas.

Verdaderamente no hay mucho para decir. Creo que es más difícil comentar un libro de cuentos que una novela, ya que para hacerlo bien sería menester analizar cuento por cuento y ese no es nuestro actual objetivo. Sí, es posible asegurar que en ningún momento pierde su estilo. Algunos, como ya he dicho en publicaciones anteriores, podrían ser tranquilamente repertorio de Les Luthiers (que, por si no lo sabían, Fontanarrosa fue colaborador creativo del grupo).

El que más me gustó (o el que se me grabó más en la memoria, porque lo leí hace varias semanas) es ‘La verdad sobre el transbordador Columbia’ que relata la historia de un par de argentinos que trabajan para la NASA en la construcción del histórico transbordador espacial. Entre los otros que más disfruté están: ‘Memorias de una estrella’, una entrevista periodística a una estrella del espectáculo en decadencia; ‘¿Cuáles son las verdaderas intenciones de los cuises?’, una investigación científica sobre el comportamiento suicida de dichos animales en la ruta; ‘Poncio, el profeta’, una discusión académica sobre un falso profeta; ‘¿Con quién hay que hablar?’, un debate sobre el negocio de las religiones; y ‘No sé si he sido claro’, el que le da su nombre al libro, que cuenta por qué no es importante tenerla larga. Y después otros tantos y para todos los gustos.

Entonces, al final, no podemos decir que es una cosa perfecta porque hay cuentos mejores que otros. Sí, que es una muy buena recopilación de cuentos de Fontanarrosa, como seguramente lo sean todas, y que es de vital importancia leer sus historias al menos una vez en la vida. Es más, debería enseñarse en las escuelas secundarias y universidades, el cómo hacer del humor un cuento. Básicamente, quien dice que un libro no te puede hacer reír es porque jamás leyó a Fontanarrosa.

Mi calificación para el libro: 4 estrellitas.

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