San Diego: capital de la cerveza artesanal norteamericana


El equipo de béisbol de San Diego son los Padres. Casi de casualidad los vengo siguiendo a lo largo de este viaje: primero cuando perdieron contra los Nationals en Washington DC, después con los San Antonio Missions (que es como el equipo B de los Padres) y esta noche los veré de local. De esas casualidades que sorprenden. Otra fue el hecho de que San Diego sea la capital de la American craft beer.


Y como buen turista, acá estoy, acompañando los burritos, los tacos (probé fish tacos, muy buenos) y los mariscos, con birra. Y las hay de todos los colores y sabores, supongo que aún más que en Buenos Aires. 

Mi guía en San Diego es mi buen amigo Hunter, a quien conocí cuando hice mi semestre de intercambio hace tres años en Chicago, en North Park University. Otra de las casualidades: el barrio donde vive Hunter y donde me estoy quedando estos días... se llama North Park. Increíble pero cierto.

Por ahora, esta tercera y última semana de mi viaje viene sobre ruedas. Es más, posiblemente ni tenga que alquilar un auto para ir a Los Angeles. Justo Hunter tiene un cumpleaños en el condado de Orange (sí, como la serie The OC), y oh casualidad hacia ahí tenía que ir para mi última parada en el gran país del norte. Así que seguiré extendiendo por un par de días más esto de ver por primera vez el Océano Pacífico y de caminar las playas californianas. Aclaro que también ya manejé un auto automático por primera vez y es una pavada. Voy tachando cosas de mi lista.

Con respecto a otras curiosidades de San Diego con las que me pude encontrar: tienen monopatines eléctricos que la gente alquila con su celular y cuando los dejan de usar los van estacionando por cualquier parte de la ciudad, así, solitos, en Argentina desaparecerían con rapidez; otra curiosidad, los San Diegans están bastante orgullosos de sus playas y por eso no toleran que se las ensucie; Bryant, el jugador de los Cubs cuya remera me compré, salió de la Universidad de San Diego (una casualidad más); por último, el equipo de fútbol americano de la ciudad, los San Diego Chargers, desde enero del año pasado que se mudó a Los Angeles. Una traición máxima para los San Diegans, que además tienen una gran rivalidad deportiva con LA. Ah, y otra curiosidad, la marihuana es legal en toda California.

Ya me queda poco por estos lares y tendré que volver a la normalidad. Mientras tanto, disfrutaré de la cerveza que me gané anoche después de apostar que los Golden State Warriors le iban a ganar a LeChoke James el primer partido de las finales de la NBA.

*El vuelo de San Antonio a San Diego fue, hasta ahora, el mejor de mi viaje. Llegó a destino media hora antes de lo debido y no tuvo ningún contratiempo como sí tuvieron los anteriores. Además, en ambos tramos del viaje (porque hice escala en Los Angeles) el piloto y las azafatas fueron siempre los mismos: Hernando, Nancy y Beatrice. Y el último detalle, más allá de que en el aeropuerto de LA a veces tenés que subirte a colectivos para ir de un lado a otro (creo que en Aeroparque es así) y no tienen trencito, la aerolínea Delta tiene un Porsche propio no sé para qué que circula adelante de esos colectivos. ¡Un Porsche!

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