La NBA "is back"

Y sí, luego de tanto esperar, de ver partidos amistosos contra equipos europeos y asiáticos, de estar pendientes del draft y del mercado de pases; la NBA ha vuelto señoras y señores. Para regocijo de todos aquellos que nos consideramos amantes del básquet.

La pelota naranja ha vuelto a picar oficialmente en los estadios que estallan de gente y que siempre, no importa si es un partido bueno o malo, son una fiesta. Para abrir  la temporada, la expectativa fue muy grande. Principalmente porque chocaban entre sí cuatro grandes, dos consagrados y otros dos en continuo ascenso. Por un lado, Miami Heat contra los Chicago Bulls; por el otro, el clásico de Los Angeles, esos equipos que comparten estadio, Lakers y Clippers. 

El duelo individual de la jornada, por lo menos en la previa, era entre el incansable Lebron James (escoltado por sus compañeros de tridente, Wade y Bosh, y secundado por el resto del plantel con el estandarte triplero del viejo y querido Ray Allen) y el retorno a las canchas de la esperanza de Chicago: Derrick Rose. El MVP (Most Valuable Player, para los no iniciados en la cultura basquetbolística) del 2011, tras un año sin jugar, fue el encargado de afrontar el desafío tan inflado por la prensa y los aficionados. El encuentro se lo quedó Miami 107 a 95. Rose estuvo muy errático, cerrando una actuación de 12 puntos, para desilusión de sus fans. Por su parte, James, mucho más atinado, fue el mayor goleador de su equipo con 17. El que clavó 30 puntos fue el veterano Boozer, de los Bulls, pero claro, a ese nadie se lo esperaba. 

El duelo grupal, por decirlo de alguna manera, estuvo en el Staples Center de Los Angeles. Este año, para alegría de unos y tristeza de otros, el dinero cambió de lado. Los Clippers rompieron el chanchito para renovarle a  uno de los mejores bases de la liga, Chris Paul (o CP3, para los entendidos) y para contratar a uno de los entrenadores con más trayectoria, Doc Rivers. Del otro lado, los Lakers, no pudieron retener a Dwight Howard (que se tomó el jet para los Rockets de Houston) y solo se quedaron con el magnánimo Kobe Bryant y con el español Pau Gasol. Y no nos olvidemos de Nash. No obstante, la mística ganadora y el buen juego de equipo le dieron la victoria a los Lakers por 116 a 103.

El otro partido disputado fue Orlando Magic contra Indiana Pacers, en los que el último se impuso 97 a 87. Los Pacers, ese underdog que ya no lo es tanto, porque, recordemos, estuvo a punto de ganarle las finales del Este a Miami hace un par de meses, suena fuerte para llegar lejos nuevamente. Cuentan con Paul George y con una defensa que se ha consolidado bastante bien, pudiendo considerarse impasable.

Y por último, pero no por eso menos importante, daremos un repaso al mejor equipo del Oeste y mi candidato anticipado y personal al título. Estamos hablando de San Antonio Spurs, que esta noche jugará su primer partido contra los Grizzlies de Memphis. Los Spurs, que no ganaron las finales de la NBA por unos fatídicos segundos, siguen firmes junto a su ya histórico tridente: Tony Parker, Tim Duncan y Manu Ginóbili. Con la rama joven del equipo, Kawhi Leonard y Danny Green, apuestan todo a la misma estructura que les viene dando tan buenos resultados estos últimos años (pese a que su juego es bien fundamental y poco exhibicionista, como algunos afirman... solo 1 alley-oop en toda la temporada pasada). Además, se suma el italiano Marco Belinelli, escolta proveniente de los Bulls, que aportará sus triples para hacer de San Antonio una amenaza aún mayor desde la línea de tres.

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