La mentira es la verdad (una charla política)
- Entonces… ¿en serio piensa que esto va a
funcionar?
- No solamente eso. Vamos a ganar las
elecciones y con un amplio margen. En unos años más la gente no va a saber qué
les pasó por arriba. Es simplemente política. Pretender cierta preocupación por
la sociedad, por la comunidad, y defender nuestros intereses. Así es como lo
venimos haciendo desde hace 10 años y así es como va a ser hasta que nos
cansemos de todo.
- Pero…
¿no cree que la gente puede llegar a sospechar alguna tramoya detrás de esta
movida? Porque, en primer lugar, no todas las personas son ignorantes a las que
se les puede convencer con un choripán y una coca, o con algunos mangos para
comprarles el voto los días previos a las elecciones, ni tampoco podemos
aspirar a sacar mucha ventaja usando los documentos de gente perdida o muerta.
Y en segundo lugar, no es solo de la gente común de la que nos tenemos que
preocupar, todavía quedan políticos y periodistas que creen en la honestidad y
todo eso.
- Ja,
“honestidad”. Dejá que esos políticos sigan haciendo sus campañas basándose en
la honestidad… así les va a ir. El pueblo no quiere gobernantes honestos. El
pueblo vota promesas, de eso es lo que se trata una campaña presidencial o al
cargo que fuera. Decime quién, a lo largo de la historia, cumplió algo de lo
prometido. ¿Te das cuenta? Te sobran los dedos de las manos para contarlos. Y
esos pocos eran los de antes, de la vieja era. Retrocedé veinte años en el
tiempo y te vas a dar cuenta de que nosotros no somos pioneros en nada de esto.
Solamente podríamos tildarnos de continuadores de esta nueva forma de política,
donde la mentira es la verdad y en la que la honestidad ya no pesa.
- Imagínese
si alguien escuchara esto.
-
Venimos así hace años, ya no importa si nos escuchan o no, si divulgan una
grabación de esto o no… Somos los pastores de esta sociedad y ya es demasiado
tarde para sacarnos. Antes podríamos haber temido a los militares, pero nos
ocupamos de reducirles el presupuesto. Eliminamos esa amenaza. Y pensar que el
mundo se tragó esa mandarina de “reducir el presupuesto de las fuerzas armadas
para demostrar que estamos a favor de la paz”. Todavía me sigo riendo cuando me
acuerdo. Antes un general y un par de fieles sargentos podían irrumpir en la
residencia presidencial y derrumbar un gobierno. Así lo marca la historia de
nuestro país. Gracias a Dios y a nosotros esos tiempos terminaron.
- ¿Nos
encaminamos a una dictadura? ¿No es un poco mucho perpetuarnos así en el poder?
¿Qué va a pensar la comunidad internacional? Ellos sí pueden derribarnos si
quieren, tienen con que. Y justamente, habiendo reducido nuestro presupuesto
militar, estamos prácticamente desnudos esperando que nos la den.
-
¡Cuántas preguntas, che! ¡Hablar con tanto periodista te está contagiando! A
propósito, ¿cómo vas con eso?
- Bien,
cerramos dos periódicos opositores la semana pasada. La demanda contra el
multimedio sigue en pie, pero sabés como son, no se van a rendir sin luchar. Y
tienen bastante plata, ergo, buenos abogados. No obstante, creo que ya están en
caída libre. Desde hace un par de meses que detectamos una caída en su caudal
de lectores. Nuestra campaña de desprestigio finalmente está dando rédito. En
cuanto a la pauta oficial, el 80% va para los medios oficialistas, el resto lo
dividimos entre los opositores y los “neutrales”.
-
Subiles a los nuestros un 5%, estoy de buen humor hoy.
- Como
usted diga. Pero todavía no me respondió las preguntas…
- Ah,
sí. Tus preocupaciones sobre cómo reaccionará la comunidad internacional. Ver
tanto noticiero te está afectando. Nadie se va a enterar de nada, ni los
ciudadanos ni ningún otro país. Vamos a engañarlos a todos. Además, siempre
podemos contentar a las potencias internacionales bajándoles un poco el precio
de la materia prima. Porque sabés que todo gira alrededor de la economía. Más
ahora que conseguimos elevar nuestra producción. Ya te lo digo, algunos no nos
van a ver venir, y los demás, van a hacer la vista gorda. Así es como funciona,
¿todavía no aprendiste? No se trata de si nos la pueden dar o no, estoy seguro
de que varios nos tienen entre ceja y ceja. Sin embargo, sus intereses
nacionales son más poderosos que ellos. Ahí es donde apuntamos nosotros.
- ¿Y qué
hay de la dictadura a la que nos encaminamos? De eso todo el mundo se está
dando cuenta. Ya diez años son bastantes para un mismo candidato, si seguimos
vamos a tener una revolución en las calles.
-
¿Quiénes van a rebelarse? ¿Esos que están sentados mirando la televisión? ¿Esos
que leen los diarios? ¿Esos que nos agreden por las redes sociales? ¡Pero por
favor! Perro que ladra no muerde. Un viejo refrán, muy efectivo para describir
esta situación. Esos solo se quedan en indignarse, en hablar entre ellos.
Después viven bien, o relativamente bien. Los que la pasan mal, nos aman porque
les damos planes sociales, que son mucho más fuertes y convincentes que
cualquier red social. Y la transmisión de los deportes gratis… Al pueblo, pan y
circo. Estamos iniciando la nueva Roma.
- Aún,
si la gente hace lo que dice… los demás países notarán que estamos hace más de
diez años en el poder.
- Puede
que sí. Seguramente lo harán. No son estúpidos y no les podemos solucionar los
problemas inmediatos con nuestros planes. Es por eso que vamos a llevar
adelante esta estrategia de la que te comenté hace un par de días. Te repito,
engañarlos a todos, ese es nuestro plan, esa es la política de ahora. Y con eso
vamos a ganar las elecciones que vienen y extender nuestro gobierno.
- La
mentira tiene patas cortas.
- Sí.
Eso dicen. Y nos perjudicaría si fuéramos a salir corriendo para escaparnos de
nuestros adversarios. ¿Vos nos viste cara de cobardes? ¿Eh?
- Desde
luego que no.
- Así me
gusta, fiel como un perro. Traeme un vaso con agua, por favor.
- Ya se
lo sirvo.
- ¿Cómo
está tu mujer? ¿Bien?
- Sí,
ahí anda. No para de atender eventos solidarios en el municipio. Vio como es la
cosa. A la gente le gusta que las esposas de los funcionarios hagan ese tipo de
cosas. A ella no le gusta, pero bueno. Ya le dije que si quiere llegar lejos
tiene que esforzarse, sudar la gota gorda.
-
Perfecto. Así empecé yo en su momento. Intendente, después gobernador. Miráme
ahora. Le estás hablando al mismísimo presidente de la nación. Quién lo hubiera
creído. Bah, en realidad no paré de trabajar para llegar hasta acá. Y no
escatimé nada. Mentiras, fraudes. Podría decirse que nací para hacer política.
- ¿Se
porta bien entonces tu esposa?
- Sí,
nunca me causó problema alguno. ¿Quiere otro vaso de agua?
- No,
no, gracias.
- Sigo
sin entender lo de “no salir corriendo”. Usted mismo me dijo hace unos días
cuando me explicó la estrategia para continuar en el gobierno que no iba a
tratar de modificar la constitución y que se iba a bajar de apoyar cualquier
candidatura. ¿No se está yendo? De ninguna manera le estoy llamando cobarde,
usted me entiende.
- Viene
bien que me lo preguntes. Así vamos al grano con el motivo de esta pequeña
charla. No vamos a salir corriendo, en ese caso las patas cortas que
mencionaste nos jugarían en contra. No, lo que haremos va a ser esquivar el
golpe. No sé si te interesa el boxeo, así te podés figurar mejor la metáfora.
De cualquier modo, te lo explico. Los boxeadores que no son altos tienen,
lógicamente, menos alcance. Por lo tanto, se ven prácticamente obligados a
entrenar su agilidad y velocidad si quieren ganar alguna pelea. No pueden
simplemente irse para atrás porque estarían contra las cuerdas, por eso,
esquivan los golpes. Una y otra vez hasta que ven la oportunidad para acercarse
y ¡zas! Adentro. Knockout.
-
Perdone pero sigo sin entender.
- Ay,
ay, ay. Quizá no me expresé claramente. Te voy a ahorrar la metáfora. Vamos a
esquivar el golpe para que nadie nos vea venir. Cuando se den cuenta ya será
demasiado tarde y estaremos gobernando nuevamente. Y encima todo legalmente
correcto. La forma en la que vamos a esquivarlos será un engaño que está tan
bien planeado que hasta varios de nuestros seguidores se lo van a tragar. Vamos
a hacer que uno de nuestros funcionarios más conocidos se dé vuelta y compita
contra nosotros.
-
¡¿Qué?! ¡Es una locura!
- No te
escandalices, está todo planificado. Tenemos lo que va a decir, hacer, los
lugares que visitará… e incluso un equipo profesional de personas preparado
para solucionar las eventualidades que surgirán en la campaña, para decirle que
tiene que hacer para no desviarse del camino pautado. Y la gente se lo creerá.
Obviamente, habrá muchos que van a sospechar que hay un pescado podrido en
algún lugar. Pero la mayoría de esos serán los que leen los diarios y se
sientan en su sillón a mirar los noticieros. Aunque esos se movilicen, como
algunos suelen hacerlo con los piquetes y las manifestaciones, no podrán probar
nada. ¿Quién podrá acusar al supuesto “traidor” de ser traidor a su nuevo
partido? Es tan enredado que el grueso del pueblo no lo pensará de esa manera.
Simplemente venderán su voto por unas frases lindas, unas promesas infundadas,
una sonrisa en la propaganda y la confianza en este repentino político que tuvo
un ataque de honestidad. Y te digo que ganaremos con amplio margen, porque
todos pensarán que será la única opción posible para sacarnos del gobierno.
Menos mal que la oposición es un desastre. Y bueno, para cuando se den cuenta
de su error ya estaremos gobernando y no podrán hacer nada. Unos años de
mandato y dejarán de estar tan inquietos. Lo que pase en las elecciones que le
siguen a estas, veremos.
- Tiene
sentido ahora que me lo explica mejor. Pero… todavía no me dijo quién va a ser
el elegido para realizar semejante tarea.
- Usted.
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