Reportaje #10 - Luciano Pacheco: El corazón detrás de ‘Cuchillos con historia’



Antes era más común encontrarlos. Ahora podríamos decir que es un oficio en extinción. Nos referimos al de los afiladores de cuchillos, que se iban haciendo camino por las ciudades pedaleando y anunciándose con esa aguda melodía inconfundible. No obstante, el reportaje de hoy va aún más allá. Luciano Pacheco no solo afila cuchillos en varios restaurantes de Buenos Aires, también es restaurador de cuchillos antiguos y hasta hace cuchillos. Un verdadero apasionado que, si lo dejás, puede pasarse horas y horas hablándote de ellos. Y es que los cuchillos tienen historias para contar y qué mejor que escucharlas de la mente maestra detrás de ‘Cuchillos con historia’.


El emprendimiento de ‘Cuchillos con historia’ es el resultado de una ecuación que, además de la pasión por lo que hace, a Luciano le requirió el dejar su larga carrera como jefe de ventas de distintas empresas. Poco más de ocho meses después, su cuenta de Instagram @cuchillosconhistoria (principal vía de contacto) ya hizo que sus productos bien afilados y artesanales llegaran a distintos rincones del país. Incluso, que cruzaran la Cordillera.

“Yo no solo vendo un cuchillo, vendo un cuchillo con historia, y esa historia es la que trae el valor agregado; le cuento a la gente cómo se hace, cómo lo tiene que cuidar, me preocupo después por saber si lo está cuidando o no… es un valor muy agregado pero la gente lo agarra”, comentó Luciano, quien hace poco decidió dejar la Capital Federal e instalarse en Pilar, provincia de Buenos Aires. “Eso es ‘Cuchillos con historia’, es venderte un cuchillo porque tengo que vivir, pero a la vez explicarte cómo se hizo, de dónde lo saqué, cuántas veces me corté los dedos; porque la gente quiere saber eso, hoy nosotros estamos todos pendientes de qué hace el otro a través de las redes sociales y en mi caso, mis seguidores saben que está la locura en eso”.


Ese es el verdadero corazón del emprendimiento. Canalizar una pasión propia para crear un bien necesario, hacer felices a otras personas con productos únicos, y enseñarles los detalles de un mundo que cada vez se está volviendo más inexplorado. Porque, claro, el facilismo de ir a comprar un cuchillo a un supermercado siempre está. Ahora bien, eso es lo que viene a intentar revertir don Luciano Pacheco, aplicando sus años de experiencia en ventas para darle un costado comercial fuerte al asunto. Algo que no todos los artesanos poseen. “Analicé el mercado, supe bien dónde tenía que meterme, y lo hice por la cocina, hoy periódicamente me encargo de afilar los cuchillos de los cocineros de varios restaurantes de Buenos Aires”, señaló.

Un mundo inexplorado

Es así. Para la mayoría de nosotros, mortales, para cualquier hijo de vecino, un cuchillo es simplemente eso que tenemos en la cocina guardado con los tenedores. Y si corta, bien, y si no corta, lo tiramos y compramos otro. A raíz de eso, uno de los objetivos de ‘Cuchillos con historia’ es cambiar la visión que tenemos de esos elementos. Y son muchísimas las consultas que recibe sobre cómo afilarlos, cuidarlos o dónde comprarlos. “Generé esa consulta popular sobre un mundo que todos vemos desde que nacemos pero que no lo conocemos desde adentro”, explicó.

Por sobre eso, el momento de la compra. Que ahí es donde entra el mencionado súper valor agregado (y que encima -spoiler alert- quizás te sale lo mismo que uno comprado en un supermercado). Enseguida surgen preguntas del estilo: ¿Para qué lo querés? ¿Para cortar carne? ¿Qué tipo de carne cortás? ¿Vos hacés los asados o lo querés solo para comer? ¿O es para cortar pastas? ¿Qué te gusta hacer? ¿Sos zurdo o derecho? Entonces la personalización radica no en la parte material del cuchillo, sino en el objetivo, porque cualquier detalle puede cambiar en cuanto al filo, la dureza, la fabricación, el agarre, etc. “Por lo general, si bien mucha gente se sorprende con ese tipo de preguntas, ahí es cuando se enganchan y empiezan a entender por dónde va la mano”, dijo Pacheco.


“Se genera una relación comercial que después pasa más allá del producto, porque que un tipo que te va a vender algo se interese por tu vida, es algo que no está visto”, añadió. “Yo soy vendedor de toda mi vida, vos vas a comprar un auto acá y te quieren cagar; la gente está falta de que la atiendan bien, entonces si vos me das el pie, somos amigos, si no, automáticamente cambio la forma”.

 Cruzar los Andes

Una de estas amistades comerciales cuchilleras que surgió a través de las redes fue con un reconocido chef español con una vastísima carrera gastronómica en Chile: Xavier Zabala. Lo curioso es que Luciano se enteró de la fama y trayectoria del cocinero tiempo después de haberle mandado un par de cuchillos. Para Zabala, ‘Cuchillos con historia’ fue el primer sitio donde le ofrecen cuchillos artesanales y donde puede tener una relación interpersonal con su creador. Porque, de otra forma, lo más común para los chefs en Chile es adquirir cuchillos comerciales. “Por eso, siempre le agradezco a Zabala cada vez que vendo un cuchillo a un cocinero en Chile, porque él es el que me hizo entrar”, apuntó.

Matias Dice (MD): Volvamos al principio. ¿Cómo empezó tu pasión por los cuchillos?
Luciano Pacheco (LP): A los 15 años, gracias a mi viejo que tenía cuchillos, libros y revistas relacionadas al tema. Ahí empecé a desarmar cuchillos, les cambiaba el mango, me cortaba los dedos, los afilaba. Cuando fui más grande, lo hacía por hobby, para algunos amigos o familiares. El salto lo doy hace ocho meses, cuando mi hija Serena me dijo que me arme un Instagram. Entonces estudié la competencia, le encontré el punto y empecé. Lo fundamental para mí es ponerle risa, amor y pasión. A los dos meses tenía 500 seguidores, comencé a vender y de ahí, no paré.

Toda esa experiencia y esa apuesta a hacer lo que le gusta, llevó al creador de ‘Cuchillos con historia’ a dejar su trabajo tradicional de muchos años. Algo que, en sus palabras, cambió su vida totalmente. “Dejé de cobrar un sueldo fijo todos los meses a un ‘vamos a ver qué pasa’, pero con apoyo de todos”, indicó.


MD: ¿Cómo fue esa transición?
LP: Terrible. Porque yo antes laburaba horario de oficina de lunes a viernes, llegaba a mi casa y me la pasaba toda la noche en un balcón, tratando de hacer el menor ruido posible, haciendo o afilando cuchillos. Terminé como un workaholic de los cuchillos. Porque lo hago todo a mano. Por el momento uso una agujereadora, lijas, una lima y un minitaladro. Volviendo a tu pregunta, la transición fue difícil, es difícil, pero por primera vez tengo un proyecto que es solo para mí.

MD: ¿Y qué es un cuchillo para vos?
LP: Es arte. Un buen cuchillo te dura toda la vida, no tiene vencimiento. Capaz no son lindos, no tienen mucho valor económico, pero si se transmiten en el tiempo tienen una historia enorme. La gente tiene asociado el cuchillo de cocina con los cuchillos en general y no es así, hay cuchillos para distintas cosas, para el asado, para los vegetales, para pastas, cuchillos de campo, de caza. Es un mundo poco explotado, un mundo que para mí es fanatismo puro. El cuchillo es la primera herramienta que tuvo la humanidad.

Ahora, dedicándose al cien por ciento a su nuevo emprendimiento, para Pacheco es un placer. “No tengo horarios, no tengo fechas de entrega fijas, es agarrar un pedazo de madera o de metal, y transformarlo a gusto tuyo y del cliente”, explicó.


Y, para terminar, nos adelantó las novedades que se vienen y que desde acá estaremos atentos. Una página web, un canal de YouTube, y la apertura próximamente de un taller. Este nuevo espacio, que compartirá con un herrero sobre la avenida Caamaño (en Pilar), tendrá horarios de exhibición al público para que la gente pueda acercarse a ver cómo se hacen los cuchillos. “Se vienen cosas muy lindas”, concluyó.

Por supuesto, para quienes todavía no lo conozcan y quieren ver cómo distintos cuchillos cortan indemnes a través de los más variados objetos, no duden en seguirlo en Instagram: @cuchillosconhistoria.

Comentarios

  1. Concuerdo contigo cariño, cada vez es mas difícil conseguir cuchillos buenos. Hace poco que me convertí fanática de los cuchillos de cocina. Comprendí que para ser una buena cocinera necesitaba buenos cuchillos. Me costo mucho conseguir unos que me gustaran, pero los que encontré aquí me han flechado https://www.cuchilleriabarcelona.com

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