Argentina, con un pie afuera del mundial

“Yo creo que si no ganamos, no merecemos estar en el mundial, así de simple”, Juan Tolva. 

Un cortado y dos medialunas fue lo que pedí cuando llegué al bar, que es lo que casi siempre me pido en todos los bares/cafeterías a los que tengo la casualidad de entrar en el horario de la merienda. Solo que volví a este bar del barrio porteño de Palermo bajo un azar falso. Porque si bien el horario de las cinco de la tarde me tomó algo por sorpresa, estos últimos días había estado buscando la oportunidad de caer en el bar de Juan Tolva (ese mozo que me habla de fútbol) para tener sus sensaciones previas al Argentina-Perú de este jueves. Una penúltima jornada de Eliminatorias para el Mundial Rusia 2018 que para Tolva es el penúltimo clavo del ataúd del sueño mundialista del seleccionado nacional. Y si no lo es, tranquilamente dejó implícito que puede serlo.

Miedo y falta de identidad

Ya desde el vamos las cosas no van bien. “Me parece que Argentina perdió el primer round antes de empezar a jugar, por el hecho de modificar la cancha; eso da a entender que hay temor e infla mucho más a un rival que carece de figuras individuales pero que suple esa falta con un rendimiento en equipo”, dijo el mozo. Y agregó: “Eso es algo que Argentina hace exactamente al revés, sobra a nivel individual, falta a nivel grupal; así que en el ping pong, ya empezamos abajo”.

Habló también de una identidad que el seleccionado peruano tiene consolidada y que nosotros la perdimos en “ese desfile de directores técnicos”. “Quisimos buscar en un director técnico a un salvador pero eso no nos va a dar una identidad y menos en un par de entrenamientos y dos partidos”, se quejó. Y sí, si no me falla la memoria, el único Salvador que fue técnico de la selección fue Carlos Salvador Bilardo allá lejos y hace tiempo.

Más miedo para “agarrar la pelotita”

Y si el temor del cambio no fuera poco (de pasar del Monumental a la Bombonera), Tolva también afirmó que muchos de los jugadores titulares tienen que “perder el miedo a agarrar la pelotita y jugar al fútbol”. Insistió que hay “falta de coraje” y que se quedan mirando a Messi, hasta poniéndose en lugar de espectadores, olvidándose de que ellos son parte del juego. “Falta gente que se anime a agarrar la pelota, que se la saquen a Messi, o que se la pidan sin mirar cómo amaga y que se muevan para que Messi sepa que tiene un apoyo, que sepa que tiene en dónde recaer si se le complica... el ejemplo de esa falla es la famosa foto de Messi solo contra cinco”. (Para ver cómo la palabra ‘Messi’ te puede simplicar la vida en el exterior, click aquí).

La guita no hace a la hinchada

“No me extrañaría que la dirigencia haya motivado a las barras para que alienten el doble”, disparó don Tolva, apartándose del análisis meramente futbolístico. Algo que viene de la mano con el cambio de cancha. “El tema es que la barra contagie a la gente”, explicó, señalando al resto de los comensales del bar como si de ellos dependiera el destino de la selección nacional. “Porque una barra puede alentar, pero el aliento de la gente, de las familias, de la gente común y corriente... si la selección misma no contagia, por más que el marco sea excepcional, yo creo que va a estar muy difícil”, dijo.

En fin

¿Será el fin de los sueños mundialistas de los 40 millones de argentinos? Para Tolva, la selección tendrá dos partidos que jugar. Uno el de los goles (que ya lo empezó perdiendo, inflando al rival con el cambio de cancha). Y otro el de ganarse a la gente, gente que siente con sangre caliente, como decían las Divinas, y que debe hacerse oír.

En cuanto a resultados: “No creo que sea un partido que se gane por amplia diferencia para ninguno de los dos lados, un 1-0 va a estar más que bien”. Y concluyó: “Es una prueba de carácter y para ver para qué estamos; yo creo que si no ganamos, no merecemos estar en el mundial, así de simple, porque eso significaría que cuando las cosas tiemblan, el equipo no responde”.