No atropellarás al del estacionamiento medido

Comienzo de semana. Lunes, benditos lunes. Nada más irónico que ese comentario. No importa. No es el fin de este post describir los pensamientos deprimentes de los lunes. 
La cuestión es que yo estaba caminando, frente a la plaza de Pilar. Había salido del trabajo, terminado de hacer unos trámites personales y de pasar a ver el nuevo local de ropa de un amigo. Distraído, pensando en quién sabe qué; concentrado en no pisar una baldosa rota, quizá. Jamás pensé que iba a presenciar lo que vi. Una mujer al volante, saliendo del estacionamiento de un negocio. Seguramente con permiso para conducir y todo el cambalache en regla. Lo único que le faltó fue la habilidad visual u óptica para ver al pobre empleado municipal (de esos que cobran el estacionamiento medido) que justo pasaba caminando por la vereda como cualquier ciudadano común o como había pasado yo dos segundos antes (alguien no tan común). Menos mal que el pobre hombre fue lo suficientemente ágil para echarse atrás de un salto y así esquivar la mayor parte del accidente. Y no queda ahí, el joven tuvo que golpear el capó del auto para que la mujer cayera en la cuenta de que había un transeúnte en su parachoques delantero. 
 - ¿Pero usted no ve que hay alguien pasando señora?!- le gritaba indignado- ¿No mira antes de salir?
La señora gesticuló algo que no pude llegar a distinguir. Evidentemente enojada porque alguien había osado cruzar su camino en el momento menos oportuno. Como siempre, el que se manda la cagada nunca tiene la culpa. Siempre la tiene el otro. 
Mi curiosidad me tentó a quedarme a ver cómo terminaba esa disputa callejera. Sin embargo, se me vencía el horario del estacionamiento medido, ni ahí que pagaba dos pesos más. Suena amarrete, pero el que circula habitualmente por el centro de Pilar me va a saber entender. En fin, seguí mi camino, me subí a mi Ferrari roja, y me fui. Algún día adquiriré un Chevrolet Impala '67, pero por ahora me conformo con lo que hay. 
Mientras manejaba, se me ocurrió. El hecho que acababa de presenciar: ¿Fue un accidente? ¿Fue un acto fallido? (léase, en este caso en particular, a la señora no le agradaba tener que pagar el estacionamiento medido e inconscientemente se le "escapó" el auto) ¿O fue a propósito y podríamos tener una asesina en serie potencial entre nosotros?
Por desgracia, la incertidumbre.  

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