Messi, Messi, Messi

La evidencia fotográfica del 'mission accomplished'.
Usted sabrá, lector, que en Estados Unidos hay un control bastante exhaustivo en cuanto a la venta de alcohol. Sobre todo al estar los comercios cerca de un campus universitario donde, por supuesto, está lleno de jóvenes que todavía no llegan a los 21 años de edad (el límite que establece la ley para ‘ser mayor de edad’). Si usted no lo sabía, bueno, bienvenido al conocimiento. Igualmente, lo importante de esta historia no es eso, sino cómo el nombre de Messi me abrió las puertas para comprar un hermoso pack de cerveza ‘Coors Light’. 


Cabe aclarar que, en esas gloriosas épocas yo ya era mayor de 21, de hecho tenía 22, así que no es mi deseo incentivar el consumo cervecero en estadounidenses menores de 21 (claramente, no necesitan que yo les diga). 

Era una noche fría y gélida en Chicago y estábamos planeando hacer una pequeña fiesta en un departamento lindero al campus de North Park University. Ya ni recuerdo el motivo, pero tampoco importa. Lo que sí importaba en ese momento era la birra y con esa misión fue que partí rumbo hacia lo desconocido. Cual Frodo al salir de La Comarca. Ya lo dijo ese mismo hobbit, citando al gran Bilbo Bolsón: “Es muy peligroso, Frodo, cruzar la puerta; vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pies, no sabes hacia donde te arrastrarán”.

El problema con mis pies, no obstante, no fue ese. Sino el hecho de que el piso estaba congelado. No era nieve, era peor. Porque había llovido un poco y lo terrible está en que cuando una fina capa de agua se congela sobre la vereda, es casi imperceptible a la vista. Por lo tanto, mal parafraseando a Frodo (que en realidad sería a Bilbo, no se confundan), si no cuidaba mis pies, probablemente iba a terminar en el suelo. Suerte para mí, eso no sucedió.

Superado ese primer desafío, surgió el otro. A unas siete, ocho, cuadras estaba el pequeño mercado donde podíamos conseguir alcohol a primeras horas de la noche. Hasta ahí, todo bien. El tema es que los muchachos que estaban detrás de la caja tenían cara de pocos amigos y más cuando fui hasta una de las heladeras al fondo del local y volví con el pack de 24 latitas de cerveza, esa que se promociona como “la cerveza más refrescante del mundo”. Cómo no llegar a ser refrescante viviendo en un lugar donde llegamos hasta -20 grados bajo cero en uno de los inviernos más crudos en años.

Como ya me la veía venir, enseguida saqué mi cédula (argentina, esa del Mercosur que ya no se usa), enarbolándola orgulloso, porque era mayor de 21 años y podía comprar todas las latitas que yo quería. Minga vas a comprar. Figúrense a tres o cuatro pakistaníes (o de algún país vecino de Pakistán en Medio Oriente) que los miran con ceño fruncido, que se frunce todavía más cuando miran un documento en español y no lo entienden. Y del otro lado del mostrador, yo, representante del pueblo de la nación argentina.

No recuerdo si me lo preguntaron o si yo, en un intento de salvaguardar mi honor, me anticipé y lo dije. Pero les dije que era de Argentina y que tenía 22 años. Y ahí recién pude ver luz al final del túnel. Porque escucharon Argentina y ‘¡Argentina, football, Messi, Messi, Messi!’. Y empezamos a hablar de fútbol, de Messi y otros cuentos. 

‘¿Pero no quieren fijarse mi edad? Está del otro lado’, dije yo (después de pagar), porque la cédula había quedado en el olvido. 

Y ‘no, si sos del mismo país de Messi está todo bien’ y que qué buenos son los jugadores argentinos y la mar en coche. Ahora me pregunto qué pensarán de todo este tema de que la selección está con un paso afuera del mundial. 

Ni les cuento lo que fue volver con las veredas resbaladizas y 24 latitas de cerveza al hombro. Pero llegué sano y salvo. Con las birras frías gracias al freezer de la naturaleza. And, oh, how we drank.

Más sobre ese esplendoroso viaje, haciendo click aquí.

Comentarios

  1. Messi es el mejor jugador del mundo, es un verdadero genio, un genio puro. Admiro a jugadores como Ronaldo, que dependen del trabajo duro para lograr ciertos logros, pero Messi es realmente un monstruo. Mi mayor deseo es conseguir la camiseta firmada por Messi.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! Y adhiero a todo lo que decís sobre Messi. Ojalá puedas conseguir esa camiseta. ¡Saludos!

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