Y el chupacabras llegó a Rusia
¡Bu! |
Uno pensaría que una criatura de nombre tan trucho como el de “chupacabras” solo podría ser un invento de nuestros pagos. Pero evidentemente este bicho raro de dudosa existencia (y dudosa lo digo con demasiada generosidad) se pasea por el mundo sin ningún problema.
Es así, hace un par de días me acuerdo de haber leído un artículo en el diario The Sun, de Inglaterra, que trataba justamente sobre el tema. La foto con la que ilustraron el “monstruo” da más risa que miedo… al fin y al cabo es lo que siempre pasa con ese tipo de cosas. Además, el mes pasado también leí algo sobre este deforme depredador pero en un diario de Estados Unidos, el USA Today. No es que tomé la coincidencia del tema como una señal, pero como no tengo otra cosa que hacer por el momento, me la juego escribiendo algo sobre el chupacabras para evitar que tan magnífica creación de la mente humana no quede en el olvido.
Según el diccionario de la lengua española de la RAE el término “chupacabras” significa… no, no significa nada porque no está. En cambio, si recurrimos a Wikipedia es el nombre de un críptico legendario contemporáneo, que se describe como un ser que atacaría a animales de diferentes especies en zonas ganaderas o rurales. Pero en Wikipedia aparece cada barbaridad. Sinceramente prefiero las bestias de la mitología griega: las arpías, la hidra, los cíclopes, el león de Nemea, el minotauro, la quimera, entre otras. Esas antiguas criaturas sí que eran producto de una creatividad e imaginación sorprendentes. El mero hecho de que de todo eso la humanidad haya declinado en un simple bicho con un nombre que ni siquiera inspira terror es otro factor que nos indica que estamos en decadencia. Déjenme ilustrarles para que tengan una posible aproximación a mi opinión, hagamos una comparación entre la quimera y el chupacabras. Ahora sí, recurriendo al diccionario de la RAE, el término quimera es un “monstruo imaginario que, según la fábula, vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón”; y el chupacabras es una especie de vampiros que le chupa la sangre a las vacas… saquen sus propias conclusiones.
A lo que iba, hasta en Rusia unos pueblerinos dijeron ver al monstruo. Todo el cuento de los animales muertos con dos pequeños agujeros. Bien al estilo vampiresco. Solo faltaría que en un par de años salga la saga Crepúsculo pero con un chupacabras como personaje principal. Lo que es más gracioso todavía es que en Estados Unidos un joven de 13 años afirma haber matado al chupacabras, o a “un” chupacabras, cuando la foto en la que aparece junto al bicho muerto parece mostrar a una especie de perro desnutrido. Hay gente para todo. Si acá la gente sigue mirando el programa de Tinelli ¿por qué un pibe no puede decir que mató a un chupa-sangre? Es pura libertad de expresión.
En fin, la leyenda del chupacabras surgió en Puerto Rico en 1995 cuando aparecieron varias cabras muertas sin rastro de sangre, de ahí en adelante una cantidad de relatos se hicieron oír en diferentes partes del mundo. Obviamente, en cada “aparición” el animal es descripto de formas distintas (solo basta con comparar las dos fotografías que están en este post). Muchachos pongámonos de acuerdo en una así lo hacemos más creíble. Lo digo con toda la intención de mantener encendida una leyenda contemporánea por más pobre que sea.
¡Por Dios!
Es así, hace un par de días me acuerdo de haber leído un artículo en el diario The Sun, de Inglaterra, que trataba justamente sobre el tema. La foto con la que ilustraron el “monstruo” da más risa que miedo… al fin y al cabo es lo que siempre pasa con ese tipo de cosas. Además, el mes pasado también leí algo sobre este deforme depredador pero en un diario de Estados Unidos, el USA Today. No es que tomé la coincidencia del tema como una señal, pero como no tengo otra cosa que hacer por el momento, me la juego escribiendo algo sobre el chupacabras para evitar que tan magnífica creación de la mente humana no quede en el olvido.
Según el diccionario de la lengua española de la RAE el término “chupacabras” significa… no, no significa nada porque no está. En cambio, si recurrimos a Wikipedia es el nombre de un críptico legendario contemporáneo, que se describe como un ser que atacaría a animales de diferentes especies en zonas ganaderas o rurales. Pero en Wikipedia aparece cada barbaridad. Sinceramente prefiero las bestias de la mitología griega: las arpías, la hidra, los cíclopes, el león de Nemea, el minotauro, la quimera, entre otras. Esas antiguas criaturas sí que eran producto de una creatividad e imaginación sorprendentes. El mero hecho de que de todo eso la humanidad haya declinado en un simple bicho con un nombre que ni siquiera inspira terror es otro factor que nos indica que estamos en decadencia. Déjenme ilustrarles para que tengan una posible aproximación a mi opinión, hagamos una comparación entre la quimera y el chupacabras. Ahora sí, recurriendo al diccionario de la RAE, el término quimera es un “monstruo imaginario que, según la fábula, vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón”; y el chupacabras es una especie de vampiros que le chupa la sangre a las vacas… saquen sus propias conclusiones.
A lo que iba, hasta en Rusia unos pueblerinos dijeron ver al monstruo. Todo el cuento de los animales muertos con dos pequeños agujeros. Bien al estilo vampiresco. Solo faltaría que en un par de años salga la saga Crepúsculo pero con un chupacabras como personaje principal. Lo que es más gracioso todavía es que en Estados Unidos un joven de 13 años afirma haber matado al chupacabras, o a “un” chupacabras, cuando la foto en la que aparece junto al bicho muerto parece mostrar a una especie de perro desnutrido. Hay gente para todo. Si acá la gente sigue mirando el programa de Tinelli ¿por qué un pibe no puede decir que mató a un chupa-sangre? Es pura libertad de expresión.
En fin, la leyenda del chupacabras surgió en Puerto Rico en 1995 cuando aparecieron varias cabras muertas sin rastro de sangre, de ahí en adelante una cantidad de relatos se hicieron oír en diferentes partes del mundo. Obviamente, en cada “aparición” el animal es descripto de formas distintas (solo basta con comparar las dos fotografías que están en este post). Muchachos pongámonos de acuerdo en una así lo hacemos más creíble. Lo digo con toda la intención de mantener encendida una leyenda contemporánea por más pobre que sea.
¡Por Dios!
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