USAL, ¿qué pasó con la libertad?

"Ciencia a la mente y virtud al corazón", ese es el lema de la Universidad del Salvador. Aparentemente la democracia, la libertad y todos esos buenos valores no encajan (para algunos pocos) entre el ancho margen de cosas que promueven con ese lema. Sí, suena a tiranía, despotismo... pero echar a tres profesores por el solo hecho de haberse afiliado a un sindicato no es una actitud que corresponde a una universidad que promueve lo contrario.  

María Florencia Naudy, Rubén Morales y Martín Tessi, profesores de la facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la universidad fueron echados sin causa aparente hace un par de días. Curiosamente, los tres se habían afiliado al SADOP (Sindicato Argentino de Docentes Privados) a fines de mayo.
La propia Naudy, vía mail, contestó a quien escribe esta nota: "La verdad es que me dieron un telegrama que dice prescindiremos de sus servicios sin causa". El mail es del martes pasado.
Me parece que la forma de actuar de la universidad  en este caso da verguenza. La actitud hace evidente que quienes están a cargo de dirigir la institución van en contra de lo que promueven, demuestran que no quieren tener miembros de un sindicato entre sus líneas. ¿La razón? He aquí más controversia. La típica, y ya la escuché varias veces, es que al ser una universidad privada, tener a un sindicato en el medio iría contra los intereses económicos; y más aun siendo un sindicato en crecimiento, como es el SADOP. 
"Rechazamos esta práctica desleal que atenta contra la convivencia democrática. Pertenecer a una organización sindical es un Derecho Constitucional y una libre elección de cada trabajador y trabajadora", sostuvo la secretaria general del SADOP Capital, María Fernanda Benítez, en un comunicado.
Según el artículo 14 bis de la Constitución Nacional queda garantizado a los trabajadores la "organización sindical libre y democrática reconocida por la simple inscripción en un registro especial". Esta norma está tutelada por la Ley 23.551 de Asociaciones Profesionales y reglamentada por el Decreto Reglamentario 467 / 1988.
USAL, ¿qué pasó con la libertad? ¿Dónde quedó la ciencia a la mente? ¿Dónde quedó la virtud al corazón? Cuando elegí la universidad para empezar a estudiar periodismo pensé que era una universidad honesta. No obstante, echar profesores (de gran trayectoria y calidad de enseñanza) es un acto de hipocresía, o de doble moral, la diferencia es mínima. Simplemente promover algo y hacer lo contrario.
Lo ideal sería, si brota la honestidad de la gente de allá arriba, que se retracten y luego reintegren a los profesores despedidos. Sin embargo, no creo que den marcha atrás con una decisión ya tomada, son lo bastante sinverguenzas para insistir con algo que saben que está mal. Ya sé, es una empresa y pueden hacer lo que se les cante, pero no promuevas la educación si vas a echar a excelentes profesores por un mero capricho económico.
Ojalá que den marcha atrás y podamos volver a tener a esos profesores al frente de la clase.

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