X-Men: una obra de arte mutante digna de ver
La séptima entrega de la famosa saga es una grata sorpresa por la que
vale la pena pagar la entrada. Una mezcla perfecta entre sucesos históricos
estadounidenses, la historia de los mutantes y actores de gran talento.
Hay miles de historias que juegan
con esto de volver al pasado y cambiar el porvenir, la famosa Volver al futuro por ejemplo, entre
otras varias. Pero X-Men: días del futuro
pasado, dirigida por Bryan Singer, agrega otros condimentos a la ecuación.
Principalmente el hecho de que no se queda en la mera lucha entre seres
superdotados peleando por sobrevivir, sino que le agrega una trama original e
intrigante, lo suficientemente entrelazada como para asombrar a los seguidores
de la saga y hasta a aquellos que no
vieron ninguna de las películas anteriores (aunque es preferible haberlas visto
para entender cada detalle y así, sacarle el jugo a la historia).
Por otro lado, el elenco de
talentosos actores con los que cuenta la película es extenso y ya por la
sumatoria de apellidos es suficiente como para dar que hablar. Entre ellos:
Hugh Jackman encarnando una vez más al entrañable y duro Wolverine, Ian McKellen como Magneto,
Jennifer Lawrence como la joven Mystique,
Halle Berry controlando el clima como Tormenta
y el enano de la popular serie Juego de
Tronos, Peter Dinklage, ofreciendo su magnífica capacidad actoral en el
papel de Bolivar Trask, el creador de
las máquinas aniquiladoras de mutantes: los Centinelas.
De encontrarnos en un futuro en el
que la ciudad de Nueva York está totalmente oscurecida y sumida en escombros,
pasamos a disfrutar de la tranquila realidad estadounidense de 1973, pleno
gobierno de Nixon, en el que un joven Wolverine,
todavía sin sus indestructibles garras de metal, deberá impedir que algo
terrible suceda para salvar a aquellos que lo enviaron desde el futuro. En este
pasado se encuentra con las versiones jóvenes de sus compañeros como el
Profesor X y la Bestia (ese peludo azul característico de las primeras
animaciones de los cómics) y tiene que convencerlos de que proviene del futuro
y que el mundo depende de ellos. Misión nada fácil. Incluso deben rescatar a
Magneto desde las profundidades del Pentágono, la sede militar estadounidense.
Una secuencia de escenas por demás memorable y que enseguida es reconocida por
el público.
La película hasta se da el lujo de
tocar temas críticos de la historia estadounidense con una gracia particular,
como ya lo hizo en una de las entregas anteriores X-Men: Primera Generación (2011) con la crisis de los misiles
cubanos y la guerra fría. Ahora le tocó el turno a la muerte de Kennedy (¿Otro
mutante?) y a la guerra de Vietnam. Relaciones que podrían haber sido una
maldición pero que la trama las absorbe de forma ideal, como pasa con las
interrelaciones con lo sucedido en las películas anteriores de la saga.
En conclusión, X-Men: días del futuro pasado no es una película más de acción
entre superhéroes en el que el espectador ya más o menos sabe qué va a pasar.
No, todo lo contrario. Es una película que promueve la concentración del
público, sobre todo aquellos familiarizados con la saga, para ir descubriendo a
lo largo de 131 minutos cómo la historia encaja a la perfección con las demás
partes. Un thriller que mezcla a la
historia estadounidense con mutantes, acción, destellos precisos de humor y
grandes actuaciones. Definitivamente la mejor entrega de los X-Men hasta el momento. Y, una
sugerencia, quédense hasta después de los créditos.
Singer:
“Es una película épica”
En una entrevista con
empireonline.com del año pasado, Bryan Singer, el director de la película había
adelantado su opinión sobre esta realización estrenada el pasado 23 de mayo.
“Es algo épico. No creo que la gente se dé cuenta qué tan grande va a ser esta
película. Vamos a juntar a los dos elencos. La unimos de una forma que tiene
sentido. Tuve una conversación de dos horas con James Cameron sobre viajar en
el tiempo, la teoría de cuerdas, multiversos y todo eso. Tenés que crear tus
reglas y apegarte a ellas. Por eso es que Terminator
y Volver al Futuro funcionaron tan
bien. Y hay ciertos mecanismos en X-Men,
ciertos poderes, percepciones y personajes, que hacen esto posible”.
Comentarios
Publicar un comentario