Cristina y Boudou, dos que son una



Por fin los interrogantes fueron contestados. La niebla ha sido disipada gracias a nuestra presidenta que finalmente designó a su compañero de fórmula (sí, ¡el ganador es... Amado Boudou!) y también anunció que va a ir por la reelección, cosa que ya era sabida. En definitiva, no quiere correr riesgos. Al elegir a uno de sus "fieles seguidores" está prácticamente garantizada la fidelidad política, a la que nunca se pudo acostumbrar con su actual y no tan querido vicepresidente, Julio César Cleto Cobos.
En su discurso, que me pareció muy espectacularizado (algo digno de un reality show, jugando con el suspenso y demás), la presidenta dijo: "Nuestro vicepresidente debe ser un hombre que en Senado defienda los intereses de este modelo [...] Necesito a alguien a mi lado que no le tenga miedo a las corporaciones, que no le tenga miedo a los preconceptos, a las cosas establecidas, porque en serio que ha cambiado el mundo, y va a seguir cambiando". Así comenzó con el ensalzamiento de Boudou, y aprovechando el impulso, mandó alguna que otra indirecta contra Cobos. 
Por otro lado, también se refirió al pasado de su nuevo compañero de fórmula (fue militante de la agrupación universitaria de la Ucedé), que suele ser el punto débil del cual se agarran los críticos opositores: "Además de confiar en las calidades y cualidades de Amado, sobre todo, lo he valorado porque lo importante no es haber pensado siempre o haber tenido siempre la misma orientación toda la vida. Lo importante es saber cambiar cuando el mundo cambia...". Es claro que saber cambiar, para ella es sinónimo de seguirla a ella. Cambiar sí, cambiar para mal, también. Indudablemente, y sin desprestigiar a Boudou, él no se ganó el puesto de vicepresidente por lo que pudo o puede ofrecer al país, sino solamente porque es cercano a Cristina, y esto, en un núcleo donde se dio vuelta anteriormente un compañero de fórmula es un karma que se quiere abolir a toda costa.  
Los que siempre apoyaron al ministro de Economía fueron Hebe de Bonafini y "La Cámpora", por eso se puede decir que salen ganando con esta decisión. Y en el rincón de los perjudicados, estaría el grupo Clarín y el propio PJ; el primero porque Boudou es uno de los que más lo atacan, y el segundo porque Boudou es ajeno al partido.
"Agradezco a la Presidenta su confianza. Como lo vengo haciendo, trabajaré día a día para poder cumplir tamaña responsabilidad", twitteó el candidato hace alrededor de dos horas.
A todo esto, Cobos declaró: "Hoy se ha dado un paso más en la construcción del relato oficial, que es parcial y subjetivo; pensar distinto dejó de ser un atributo democrático para tener una connotación negativa y al parecer, las únicas convicciones válidas son las del Frente para la Victoria".
En fin, si antes y ahora Cristina apenas tiene frenos en sus decisiones, porque las toma sola (su hermetismo y egocentrismo es casi total), aún con un opositor al lado... imagínense lo que sería con un seguidor incondicional junto a ella. Sí, desafortunadamente si gana, sería prácticamente imparable. Lo único que nos queda es esperar.

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